Bryson De Chambeau es un golfista particular, aplicando normas de la física como pocos y jugando de manera muy diferente a la del resto, el estadounidense no deja de llamar la atención, bien sea por lo que se tarda en ejecutar un golpe o por lo que puede hacer con sus hierros.

Sin embargo, en esta ocasión, su cambio no fue polémico, aunque sí fructífero y, no solo eso, lo hizo hacer historia en el PGA Tour, una gira que, en parte, también se enriquece gracias a esos personajes.

Tras el cuarto lugar conseguido en el Shriners Hospitals for Children Open, De Chambeau se convirtió en el único golfista en la historia del PGA en usar todos los palos de su talega, incluyendo el putter, en varas de grafito, una particularidad que, según él, le ha ayudado bastante y en el evento de Las Vegas le sirvió para mejorar el juego que venía mostrando hasta el momento.

“El cambio a grafito me ha funcionado muy bien. Tengo que seguir haciendo pruebas y ya veremos qué sucede. Esta es apenas mi segunda semana usando mis hierros con varas de grafito, así que se siente raro. Una semana usando mis hierros con grafito y ya termino 20 golpes bajo par, parece que es un buen indicativo de lo que se puede lograr. Lo más importante es la estabilidad en las varas y hay varas increíblemente rígidas, por lo que las mismas me pueden dar consistencia a partir de la repetición, ya veremos”, aseguró De Chambeau tras el torneo que ganó Kevin Na.

Desde hace una semana, en el Safeway Open, De Chambeau había iniciado el cambio de varas a sus palos, algo que inició con los wedges y continuó con los hierros, sus Cobra King de una sola medida y los cuales ahora usa en su totalidad con varas LA Golf de grafito.

Estas varas le dan la misma y hasta mayor rigidez a De Chambeau en cada uno de sus impactos, sin embargo, bajan el peso de cada uno de sus palos en un promedio de entre 10 y 15 gramos, lo cual para el físico estadounidense ya es una ganancia.

Antes de hacer estos cambios, el peso promedio de cada una de las varas de Bryson De Chambeau era de 120 gramos, ahora, en promedio son de 105 y según pudo comentar el golfista la variación es notable: “Es genial ver la consistencia en lo que respecta al spin en condiciones húmedas y secas. La habilidad de controlar el vuelo de la pelota es llegar a otro nivel”, concluyó.